Después del parto, lo más normal es tener revisiones ginecológicas o con la matrona; pero no es tan habitual visitar al fisioterapeuta. Sin embargo, es fundamental realizar una valoración de fisioterapia postparto, valorando el estado de nuestro pélvico que tanto ha sufrido durante el embarazo y el parto.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE REALIZAR UNA VALORACIÓN DE FISIOTERAPIA POSTPARTO?
En una valoración de fisioterapia postparto tenemos como objetivo:
- Comprobar el estado de la musculatura: tono, fuerza y elasticidad.
- Valorar los puntos de tensión o contracturas que pueden dar patología en un futuro.
- Eliminar adherencias de las posibles cicatrices.
- Ayudar a restablecer la funcionalidad de nuestra musculatura lumbo-abdómino- pélvica.
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¿A PARTIR DE CUÁNDO SE PUEDE REALIZAR?
La visita de valoración postparto es recomendable realizarla a partir de la 6ª semana del parto, tanto si ha sido por cesárea como si ha sido un parto vaginal.
Es muy importante recalcar que los partos por cesárea también necesitan una valoración del suelo pélvico, ya que durante el embarazo nuestro suelo pélvico está expuesto igualmente a cambios tanto en el tejido como en nuestra postura, además del peso del bebé que debe sostener.
¿EN QUÉ CONSISTE ESTA VALORACIÓN FISIOTERAPIA POSTPARTO?
La sesión de valoración fisioterapia postparto consta de una entrevista inicial o historia clínica, estudio de la postura corporal, valoración externa y vía interna.
En esta historia clínica obtendremos datos de interés como profesión, deporte practicado, detalles sobre cómo fue el parto, peso del bebé o si hubo desgarro o episiotomía. Además de obtener información sobre incontinencia urinaria, fecal, posibles prolapsos o dolor en las relaciones sexuales.
Valoración postural
Durante el embarazo el centro de la gravedad de la mujer cambia, la hiperlordosis lumbar (exceso de curva en la parte baja de la espalda) unido a la barriga hacen que el centro de gravedad tienda a anteriorizarse.
Esto repercute a nuestro suelo pélvico, ya que toda la carga que normalmente soporta el centro del periné pasa a la zona anterior del mismo, que no está preparada para soportar esta presión. Además podemos adoptar una postura asimétrica si existe dolor perineal, ya sea por cicatrices, adherencias o dolor lumbo-pélvico. Este dolor provocará zonas de tensión o contracturas que modificarán nuestra postura.
Valoración muscular

Durante el embarazo y el postparto los músculos del abdomen se modifican para adaptarse a los cambios de nuestro cuerpo. La principal función de estos músculos son: soporte de vísceras, mantener la postura y estabilizar nuestra “faja” abdómino- pélvica.
En la valoración muscular valoramos el estado de los diferentes músculos situados en nuestro abdomen como son: transverso o los oblicuos.
Test de la tos
Este test lo vamos a realizar tumbadas boca arriba. Una mano en zona de esternón y la otra en ombligo. Vamos a
toser y observar lo que sucede:
– Si la mano del abdomen se abomba, indica que no hay una buena competencia de la musculatura abdominal. Ya que no es capaz de retener esa hiperpresión que hay en nuestro abdomen al toser. Estos músculos abdominales están débiles.
– Si debajo de nuestra mano notamos que la musculatura se contrae: nuestros abdominales son competentes y hay buen tono. No os preocupéis, ya que en el postparto inicial es normal encontrar la faja abdominal distendida.
Valoración diafragma

El diafragma es un músculo en forma de cúpula invertida que tenemos en la parte baja de los pulmones. Es un músculo muy importante tanto en la respiración como en la postura.
Al inspirar, nuestros pulmones se expanden y el diafragma baja; y al expirar el diafragma sube. Durante el embarazo debido al lugar que ocupa el bebé, no se realiza correctamente la respiración ya que los pulmones no llegan a poder expandirse del todo. Y el diafragma queda muchas veces bloqueado en inspiración o más bajo, por lo que está ejerciendo más presión sobre nuestro suelo pélvico.
Test de valoración del diafragma
Para valorar nosotras mismas nuestro diafragma, vamos a tumbarnos boca arriba con las rodillas flexionadas. Vamos a ir recorriendo desde el esternón toda la zona costal (“como si quisiéramos meter las manos por debajo de las costillas”) y ahí vamos a valorar:
– Si es fácil y no es doloroso: el diafragma es normal.
– Si notamos que la musculatura nos impide meter las manos bajo de las costillas o hay dolor: ese diafragma está bloqueado.

El diafragma, además, se tensa en situaciones de estrés, malas posturas o desequilibrios musculares, por lo que es importante para evitar posibles lesiones futuras.
Valoración diástasis
La diástasis es la separación de los rectos del abdomen. Durante el embarazo los rectos se separan debido al crecimiento de la barriga, sobre todo en el tercer trimestre. En muchas mujeres, sobre los 3 meses después del parto esa separación de los rectos es inapreciable, pero hay otras en las que no se vuelven a cerrar por lo que queda diástasis. Esta diástasis suele ser mayor a nivel umbilical.

Test de autoevaluación de la diástasis
Este test lo realizamos tumbadas boca arriba con las rodillas flexionadas. Vamos a poner nuestras manos a nivel del ombligo y vamos a despegar la cabeza y hombros del suelo, haciendo una flexión de tronco “como si hiciéramos un abdominal”. En esta posición vamos a valorar qué pasa en nuestros dedos:
– Si los dedos se hunden, vamos a recorrer todo el trayecto desde esternón hasta pubis, observando dónde hay más hueco y contar los traveses de dedo que caben.
– Si los dedos no se hunden, no tenemos diástasis.
Hablaremos de una diástasis patológica cuando a nivel umbilical haya más de 3 cm. Esto nos puede dar problemas, no solo a nivel estético sino también en la estática lumbo-pélvica y en los casos más graves podríamos sufrir “hernias” abdominales y requerir cirugía.
Debemos valorar también la funcionalidad de esta diástasis, ya que muchas veces aunque haya separación de rectos, este abdomen es funcional y capaz de soportar el aumento de presiones.
Cicatrices
Hay que valorar las cicatrices tanto de la cesárea como de episiotomía o desgarro. En general, todas las cicatrices que tenemos en nuestro cuerpo, no solo las perineales, van a producir una alteración de nuestro sistema fascial.

TODAS las cicatrices se deben tratar y nunca es tarde para ello.
Las cicatrices pueden provocar adherencias o fibrosis a nivel local, pero muchas veces desequilibrios miofasciales que pueden dar lesiones en otro nivel. Es muy importante que tu fisioterapeuta te indique cómo debes realizar el tratamiento diario en casa para mejorar tu cicatriz.
Exploración intracavitaria
La valoración por vía interna, se realiza siempre que la mujer así lo desee y haya firmado un consentieminto informado para ello. Mediante la palpación vaginal valoramos el estado de la musculatura: tono, fuerza y elasticidad. Además de la respuesta al esfuerzo.
En la exploración podemos encontrar adherencias,contracturas o puntos gatillo miofasciales, periné hipo o hipertónicos. En el siguiente post veremos las patologías más frecuentes asociadas al postparto.
BIBLIOGRAFÍA
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ABALO, R.; DA CUÑA, I. Fisioterapia preventiva en las disfunciones del suelo pélvico en el posparto. Fisioterapia, 2013, vol. 35, no 2, p. 82-87.
Walker Chao, Carolina. Fisioterapia en obstetricia y uroginecología. Elsevier Masson