SOS: L5-S1, L4-5!!! Tengo una hernia discal y ¿ahora qué? ¿puedo hacer deporte? ¿me va a doler siempre? ¿tengo que cambiar mi vida?
En este blog vamos a desmontar algunos de los mitos y creencias acerca de las hernias discales, y mostrar como se puede realizar una vida normal a pesar de tener una o varias hernias discales.
HERNIAS DISCALES Y PROTUSIONES: ¿QUÉ SON?
Los discos vertebrales son unas almohadillas situadas entre las vertebras, cuya función es la de amortiguar y transmitir las cargas, facilitando la movilidad entre ellas. Están compuestas por un tejido gelatinoso (fibro cartílago), divido en dos partes. Una central (núcleo pulposo) que contiene gran cantidad de líquido, y otra que lo envuelve, en forma de anillo periférico, con un tejido fibroso rígido.

Cuando, debido a las tensiones, este anillo pierde su forma, se forman las protusiones. Cuando este se desgarra, da lugar a las hernias, permitiendo las salida del contenido del núcleo pulposo.
Se pueden producir a cualquier nivel vertebral. Las torácicas son las menos frecuentes, siendo las cervicales y las lumbares las más habituales. Los niveles L5-S1 especialmente, y L4-5 son las que se presentan con mas frecuencia.

MITO 1… LAS HERNIAS DISCALES SE PRODUCEN AL LEVANTAR CARGAS PESADAS.
No siempre. El origen de las discopatías depende de varios factores. La calidad del tejido (genética) así como la alineación postural, juegan un papel primoridal.
La obesidad, la debilidad muscular, traumatismos o microtraumatismos repetitivos, tabaquismo… son otros de los factores que favorecen la degradación del disco.
Una degeneración del disco normalmente, no es fruto de un movimiento concreto, sino que los factores anteriormente señalados van degradando el disco, favoreciendo que termine por deformarse o romperse.
Así pues, es frecuente que aparezcan hernias a diferentes niveles, sin aparentemente, haber hecho esfuerzos de cargas pesadas, o como consecuencia del sedentarismo.
MITO 2 … UNA HERNIA ES PEOR QUE UNA PROTUSIÓN.
Aunque en un principio, una rotura de disco es peor que una simple deformidad, esto no significa que la sintomatología vaya a ser mayor o menor.
El dolor que se produzca procede de las estructuras próximas al disco, que se vean afectadas.
Así, por ejemplo una protusión que afecte al nervio, nos dara más sintomatología, que una hernia que no.
MITO 3 … EL DOLOR SIEMPRE AFECTA A LA ESPALDA
La sintomatología no tiene por qué darse justo en la zona afectada. Cuando se produce una discopatía se producen dos cuadros clínicos diferenciados:
- Un dolor sordo a nivel de la localización.
- Una compresión a nivel de la raíz nerviosa, provocando una radiculopatía en brazos, piernas o tronco. Esta puede cursar de diferentes formas, causando a lo largo del trayecto del nervio: entumecimiento, hormigueos, espasmos musculares, debilidad muscular, alteraciones en la sensibilidad y/o vegetativas (sudoración, alteraciones tróficas…)
Pero ojo, esto no quiere decir que se produzcan todos los síntomas. Es más, en muchas ocasiones, el dolor viene provocado por la debilidad muscular existente y no tanto por la hernia discal.
MITO 4 … LAS HERNIAS DISCALES PRODUCEN MUCHO DOLOR
Aunque pueden dar mucha sintomatología, las hernias no siempre producen dolor. De hecho, la mayoría de casos cursan de forma asintomática. Posiblemente muchos de nosotros tengamos una o varias hernias o protusiones y no lo sepamos.
Lo que ocurre es que un día, en algunos casos, con o sin causa aparente, estas se inflaman y empiezan a dar a síntomas. Muchas veces estos van apareciendo poco a poco sin que al principio los vayamos relacionando.
MITO 5 … LAS HERNIAS SON PARA SIEMPRE.
Al hacer una resonancia al cabo de unos años, puede que hernias que estaban presentes, ya no lo estén. Numerosos estudios recientes demuestran que los discos van perdiendo agua con la edad. Al resecarse, este disco disminuye de tamaño por lo que esa deformidad también disminuye e incluso el fragmento de hernia puede ser reabsorbido. Esto no quiere decir que el disco se haya recuperado.
Al dejar de estar inflamada, la sintomatología provocada por la hernia desaparece. Por lo que, el dolor no es permanente, pudiendo volver a aparecer si vuelve a inflamarse.
MITO 6… EL TRATAMIENTO DE LAS HERNIAS IMPLICA MEDICACIÓN Y FINALIZA SIEMPRE CON CIRUGÍA.
Son muy pocas las hernias que acaban o deberían de acabar pasando por un quirófano. Con un tratamiento conservador, se resuelven la mayoría de los síntomas de las hernias en un período aproximado de 6 semanas. Inicialmente el reposo relativo es la medida inicial, pero la actividad física junto con el tratamiento fisioterápico es la mejor opción.
El fortalecimiento de la musculatura paravertebral es el factor fundamental para evitar futuras recaídas de dolor y hernias discales, tanto se haya pasado o no por quirófano.
Por tanto, el paso por quirófano puede ser en la mayoría de casos completamente evitable.
MITO 7 … CON UNA HERNIA DISCAL NO PUEDO HACER DEPORTE
Completamente falso. El movimiento contribuirá a la mejora de los síntomas iniciales. De hecho, el deporte es lo que más recomendado para las hernias.
Como hemos visto el fortalecimiento de la musculatura paravertebral, así como la correción postural y la lucha contra la obesidad, es el pilar fundamental de tratamiento.

MITO 8… PUEDO CORRER O LEVANTAR PESAS CON UNA HERNIA DISCAL
El tener una hernia discal, no tiene porque impedir el correr o hacer ejercicios de salto o pesas. De hecho, existen deportistas de élite que padecen o han sufrido esta patología. Ahora bien, para poder realizarlo sin riesgo, es necesario, realizar un trabajo previo de fortalecimiento del CORE para dar mayor proteccción a la columna.
¿CÓMO PUEDE AYUDARME LA FISIOTERAPIA EN LAS HERNIAS DISCALES?
Como hemos visto, el tratamiento conservador será el de elección en la mayoría de los casos.
El tratamiento con fisioterapia y osteopatía se centra en reducir la inflamación y relajar la musculatura afecta.
Las técnicas más efectivas son el masaje, los estiramientos, la manipulación articular para liberar las articulaciones, la punción seca, etc.
En Denifisio te ayudaremos a sobrellevar esta primera fase y además, mediante el ejercicio suave personalizado, iniciaremos el camino hacia una más rápida recuperación.
La fisioterapia y ostepatía, también juegan un papel fundamental en la prevención. En Denifisio, somos fisioterapeutas y osteopátas, por lo que estamos especialmente formados para la corrección postural, alineación vertebral y liberación de tensiones que nos anticipen y eviten el posible desarrollo de una hernia.
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